martes, 4 de octubre de 2011

SERVICIOS PUBLICOS EN ESPAÑA: LA EXPLOSIÓN CONTROLADA



Asistimos en estos últimos días, casi sin tiempo para reaccionar, a la reforma de nuestra Carta Magna. La reforma exprés nos demuestra como un mismo texto, el constitucional, es rígido y blando, según la conveniencia política en cada momento.

Se ha justificado esta reforma, curiosamente, argumentando razones simbólicas: Para dar síntomas de firmeza, señales de que al  Gobierno Español  no le tiembla el pulso a la hora de adoptar medidas drásticas y urgentes que, aunque internas, trasciendan la política nacional y tengan como único efecto acallar las exigencias de los mercados, corte en la que los estados “sospechosos” han de hacer meritoria carrera. Sin embargo, nada más lejos de la realidad…
El verdadero motivo de la Reforma Constitucional está en su cometido: limitar el déficit. El déficit se vuelve neutro, sólo resultado de sumas y restas, perdiendo el nominativo al que obedece. A partir de ahora el déficit no va a entender de prioridades del gasto de los fondos públicos, sólo de esta característica finalista y neutra: déficit cero. Las políticas públicas, por el mismo mandato constitucional, serán políticas no deficitarias, nada más; ni  sociales, ni igualitarias, ni solidarias, ni distributivas, ni vertebradoras…Todo esto se cambia por la neutra condición del déficit.

Por supuesto que esto está hecho con toda la intención. Si nos fijamos bien, la medida encaja perfectamente en el puzle que supone la trayectoria de recortes de servicios públicos emprendidos enérgicamente desde que se iniciara la crisis. Si miramos hacia atrás, vemos una trayectoria uniforme, constante y decidida en torno a la destrucción de los servicios públicos: comenzando por recortes salariales, congelación de OPEP, reestructuraciones de plantilla, despidos… y ahora en la ley que define a nuestro Estado, se le cambia el nombre a este: Deja de ser un estado social de derecho para ser un estado con déficit cero.
Esto no es más que la historia del bombardeo, de la explosión controlada emprendida por  los mismos que originaron la crisis, que están de esta forma controlando el cambio en las relaciones laborales. Resulta paradójico que siendo las organizaciones sindicales las que reivindicamos para salir de la crisis un necesario “cambio de modelo productivo”  ahora comencemos a  vislumbrar el nuevo modelo emergente que podría decirse que se formula desde el extremo opuesto más radical al planteado por las organizaciones sociales.

La reforma de la CE es una mina más en el camino hacia el nuevo modelo emergente tras la crisis y tiene una importante carga simbólica. Esta no es, como se nos dice, el mensaje que manda a los mercados (que al parecer además, estos no han debido oír) , sino su mensaje hacia la ciudadanía: las reglas que rigen nuestro estado están cambiando; si se ha podido reformar la CE en tres días, todo es susceptible de cambio: Desde la titularidad de los servicios públicos ( de públicos a privados) , el acceso a los mismos ( de universal a mediante pago o copago) y las relaciones laborales de los empleados públicos  . Y todo ello para, tras esta nueva explosión, dar paso a la externalización de servicios, la privatización (los servicios deficitarios no se podrán mantener, según marca ahora la CE),  en definitiva a que el capital, se quede definitivamente con el negocio de lo público, que lo es y mucho. Está medido en los países desarrollados que el sector público supone entre el 30% y el 50% del PIB y es el más importante generador de empleo y dinamizador de la actividad económica del estado.

Tampoco es casual  que nuestros ayuntamientos estén en el estado de abandono financiero y quiebra progresiva a la que se encuentran abocados. Otra explosión mas que se irá reproduciendo, desde las administraciones públicas locales, en cadena hacia arriba, para llegar, con los posibles cambios políticos, hasta la Administración central.

Y es que si algo queda claro es que nada ni nadie, en torno a los Servicios Públicos tal y como los conocemos, está a salvo del cambio. Y si algo podemos vaticinar como resultado de esta crisis, no es un nuevo modelo productivo, sino un estado del bienestar, unos servicios públicos que no volverán a ser los de antes de la crisis. Y todo ello, impulsado en gran medida por el cambio en nuestra Carta Magna.

Ojalá, al  igual que en la etapa de la transición democrática española, donde la participación y movilización ciudadana fue el detonante para la cristalización del texto constitucional, ahora la ciudadanía motivada por la falta de respeto político hacia el espíritu de esa soberanía popular contenido en la CE , vuelva a tomar las calles, eso si , no en explosión controlada, sino como una marea humana total, justificadamente y democráticamente motivada, pues luchar por un futuro mejor tiene que ser una máxima solidaria hacia todos nosotros. Y está claro que el modelo emergente solo traerá un futuro mejor para unos cuantos, los que controlan la explosión y a su vez hallan riqueza en el expolio de personas, bienes, derechos…hasta de países enteros. Por tanto, sobran motivos para explotar las calles movilízate!!

Carmen Barrera Chamorro  
Secretaría de Acción Sindical Federación de Servicios Públicos de UGT

2 comentarios:

  1. A. Jesús. UGT Ayto Algeciras.7 de octubre de 2011, 18:08

    Compañeros España se va a la mierda, lo único que nos queda es luchar, quizás no ya por nosotros sino por dejar a nuestros hijos un poco mejor todo esto que estamos viviendo.

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  2. A. Jesús. UGT Ayto Algeciras.7 de octubre de 2011, 18:10

    VACAS GORDAS Y VACAS FLACAS.


    Las épocas de vacas gordas suelen dar cabida a sociedades que triunfan en la opulencia y desechan los valores tradicionales de justicia y solidaridad como limosna para los que no tienen nada mejor que echarse a la boca. Pero a estas vacas nadie les contó la historia de la cigarra y la hormiga, y comieron hasta que ya no les quedó pasto. Luego, las hermosas vacas se convirtieron en pellejos famélicos.

    Todo ello síntoma del pase de vacas gordas a vacas flacas. Y entonces esos avaros de las sociedades banqueras, esa clase superprivilegiada que quieren seguir en los pastos de las vacas gordas, se inventan una crisis mundial producida por ellos mismos para que los que pastamos con vacas flacas nos traguemos que su verdad es la única, mientras tanto para la mayoría de los mortales la palabra más buscada en google ya no es “sexo”, sino refinanciar, desahucio, final de mes, números rojos y si te sobra algo, y vas a un bar, y te pides una caña, te ven el rostro y te sirven de tapa un ansiolítico.

    ¿No es una indecencia consentida por todos los políticos, puesto que todos están representados en los Consejos de Administración, los millones de euros que se llevan en esas prejubilaciones blindadas o sueldos?

    Sí, es una indecencia. Pero sobre todo, porque todos la permiten, la consienten y se benefician, por lo tanto no desaparecerá.

    Sí, pero igual o mayor indecencia es que el Gobierno inyecte cerca de 20.000 millones de €, de dinero público a esas Cajas de Ahorro, que han especulado con el dinero de todos en productos sospechosos.

    Mientras tanto el Gobernador del Banco de España, confunde y engaña a los españoles, pide austeridad y reducción de salarios a los más desfavorecidos en esta crisis. Mientras, a este “señor” seguro que su cabeza le dará las mismas vueltas que a la niña del exorcista. Y lo digo porque estará mirando siempre para otro lado, para el lado de las vacas gordas, pues a este le importa un pepino, el banco, España, la crisis y lo que esté por venir.

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