Tal y como nos temíamos los más pesimistas, en la reunión de hoy con la Alcaldesa, la buena noticia que nos traía, consistía en que continúan con las negociaciones con los bancos para adjudicar el servicio de recaudación municipal y que estas iban bien. Un chasco, ya que últimamente cada anuncio de normalización económica viene acompañado de una prorroga.
Después fue algo inevitable el abordar el controvertido informe en el que se basa el gobierno para pagar las nóminas cerrando meses completos antes de pasar al siguiente. Los sindicatos que opinamos al respecto fuimos unánimes en nuestra visión del tema: que no se explicita en el informe que ley o norma obliga a utilizar este sistema de pago en concreto. Ante nuestra postura, la Alcaldesa nos dijo reiteradamente que si no estamos de acuerdo con el informe que le hagamos nosotros uno para tratar de convencer al interventor. Una y otra vez repetíamos que el citado informe nos es tajante al respecto al no encontrarse el sistema utilizado perfectamente detallado y argumentado jurídicamente. Misma respuesta de Mª. José García-Pelayo. Dialogo con la pared.
Cuando terminó la conversación surrealista que no nos conducía a ningún sitio, desde UGT instamos al Ayuntamiento a que suspendiese cautelarmente el pago de productividades, gratificaciones y horas extras hasta que se revisen estos conceptos y se normalice el cobro de nómina. Petición reiterada hasta la saciedad desde la pasada legislatura. Máxime cuando ha sido a instancias del propio ayuntamiento que se ha suspendido cautelarmente el pago de algún plus y no se quiere abordar este "espinoso" tema. Como respuesta nos instó a una petición por escrito, entendemos que desde el Comité y Junta de personal cuando es público y notorio que no todas las secciones sindicales estamos de acuerdo en este punto. Pero seguiremos tratando de imponer la cordura y el sentido común con las fuerzas de las que dispongamos.
No creemos que sea muy difícil de entender que máxime con la situación de las arcas municipales no se pueden pagar salarios de más de 100.000€/año, ni productividades que suponen en si mismas un sueldazo sin que exista un solo documento que las justifique.
No creemos que sea muy difícil de entender que máxime con la situación de las arcas municipales no se pueden pagar salarios de más de 100.000€/año, ni productividades que suponen en si mismas un sueldazo sin que exista un solo documento que las justifique.
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